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A nivel global, según International Business Report (IBR) de Grant Thornton

Baja el optimismo en empresas medianas, las que se preparan para una recesión "inusual"

Muchas economías de todo el mundo se preparan para una situación que se caracteriza por condiciones generalmente asociadas con un auge: bajos niveles de desempleo (en lugar de niveles crecientes) y bancos centrales que aumentan las tasas de interés (en lugar de reducirlas).

 

Frente a los altos niveles de incertidumbre económica, el optimismo entre las empresas de tamaño medio en el mundo ha caído otros cinco puntos porcentuales llegando a 59%, frente al 64% en el primer semestre de 2022.

Así lo indica el International Business Report (IBR) de Grant Thornton, que rastrea el sentimiento entre los líderes empresariales de 10 mil empresas en 28 economías. Las empresas del mercado medio varían en términos de tamaño en las diferentes economías, aunque por lo general, este índice analiza empresas con una plantilla de empleados de 50 a 500.

Eso sí, a pesar de la caída, el optimismo se mantiene por encima del promedio histórico, lo que indica que la esperanza de las empresas de volver a la normalidad puede estar por venir.

Muchas economías de todo el mundo se están preparando para una recesión bastante “inusual”, que se caracteriza por condiciones generalmente asociadas con un auge, como bajos niveles de desempleo (en lugar de niveles crecientes) y bancos centrales que aumentan las tasas de interés (en lugar de reducirlas). Estas características inusuales, combinadas con lo que especialistas esperan sea una recesión superficial y corta, podrían significar que la respuesta "habitual" a una recesión puede no ser el curso de acción correcto para las empresas.

Por ejemplo, ahora puede no ser el momento adecuado para reducir el personal en busca de ahorros de costos. Con un número récord de empresas que citan la disponibilidad de trabajadores calificados como una limitación clave para hacer crecer su negocio (57%), si cualquier recesión es de corta duración, los despidos podrían dejar a las empresas sin personal cuando la demanda repunte nuevamente.

La incertidumbre económica y los costos de energía siguen siendo las principales preocupaciones a nivel mundial, con el 60% de las empresas citándolas como una limitación para hacer crecer su negocio. Esto es seguido de cerca por la disponibilidad de trabajadores calificados (57%) y los costos laborales (55%).

Las preocupaciones sobre la escasez de financiamiento han disminuido un poco, hasta el 47% citándolo como una restricción en comparación con el 50% en la primera mitad del año pasado. Sin embargo, el verdadero impacto del aumento de las tasas de interés se puede ver al comparar los datos históricos, ya que esto es más del doble del promedio anterior a la pandemia del 22%. Esto también es cierto para los costos de energía (el 60% lo cita hoy en comparación con el 29% en promedio antes de la pandemia) y la infraestructura de transporte de calidad (49% hoy versus un 16% antes de la pandemia).  

La inflación y un mercado laboral ajustado han llevado al 82% de las empresas a decir que esperan aumentar los salarios en los próximos 12 meses. A pesar de estas limitaciones, el deseo de expandirse internacionalmente sigue siendo alto. El porcentaje de empresas que esperan aumentar las exportaciones en los próximos 12 meses ve un ligero aumento al 45%.

Si bien el 55% de las empresas esperan un aumento en la rentabilidad en los próximos 12 meses, un punto porcentual más que en el primer semestre de 2022, las intenciones de inversión empresarial futura son ligeramente inferiores en todos los ámbitos. La inversión en tecnología es el área principal en la que se centran las empresas, citada por el 57% de las empresas, seguida de la inversión en habilidades del personal con un 53%, mientras que la inversión en nuevos edificios permanece al final de la lista, citada por el 36% de las empresas.

Salvador Zurita, socio de Financial Advisory de Grant Thornton Chile expresa que “la economía mundial ha sido duramente golpeada por varios choques que probablemente resultarán en una recesión este año, para diferentes mercados, entre los que destacan la pandemia, y la consecuente disrupción de cadenas de suministro, así como la invasión de Rusia a Ucrania y su impacto en precios de energía y de alimentos. Estos factores afectaron los costos produciendo inflación en la mayoría de los países del mundo. En el caso chileno, la presión inflacionaria fue agravada por factores de demanda interna, tales como el especialmente generoso programa de ayudas fiscales y los retiros de los fondos de pensiones, que contribuyeron a generar alta inflación, con también alto déficit en cuenta corriente. 

La pérdida de profundidad del mercado de capitales causada por los retiros y las alzas de tasas de interés por el Banco Central motivadas por la necesidad de contener la inflación han encarecido el crédito y han resultado en que las perspectivas económicas para 2023 de Chile están en el rango más bajo de la región. Con todo, en el margen noticias internacionales recientes más auspiciosas, tales como el fin de la política de cierre en China para enfrentar la pandemia, y una tasa de inflación menor a la esperada en EEUU, sugieren cierto optimismo. Y en este sentido, también es relevante para ejecutivos de nuestro país preguntarse “si recortamos personal, ¿podremos satisfacer la demanda cuando regrese?  Y, en caso de necesitar financiamiento de corto plazo para pasar un tiempo de menores ventas, ¿podremos acceder a él y a qué costo? Las respuestas a estas preguntas conllevan consecuencias que deben sopesarse”.

La incertidumbre es la única certeza del momento, y la resiliencia será clave para todos los líderes empresariales, añade. “Para las empresas que están en el sector transable, una cobertura sensata contra la incertidumbre interna es enfocarse en crecer internacionalmente, siempre y cuando se planifique adecuadamente y se ejecute cuidadosamente. Esperemos que los choques más significativos hayan quedado atrás y, a medida que las condiciones se normalicen esperamos que 2023 sea el año en que los mercados globales finalmente vuelvan a cierta sensación de normalidad”, agrega Salvador Zurita.

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