Art. 2 de 2: Parque Esperanza

Profundizando el camino de profesionalización de una empresa familiar

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Organizamos un nuevo webinar dedicado a abordar los desafíos y aprendizajes de las empresas familiares en Chile. 

En esta oportunidad, contamos con la participación de los hermanos Marcela y Javier Hermosilla Kaschel, segunda generación al mando de Parque Esperanza, empresa nacida en Puerto Montt, y con 37 años de trayectoria en la administración de cementerios parques, servicios funerarios, crematorio y memorial. Hoy, es un referente en la Región de Los Lagos.

Ambos hermanos compartieron con franqueza los momentos clave que marcaron el proceso de transformación organizacional de la empresa tras el fallecimiento de su padre, fundador y gerente general por décadas. “Quedamos los dos empoderados, cada uno en su área, pero no había una cabeza estratégica. Ahí entendimos que debíamos dar un paso al costado del día a día y asumir un rol más desde lo estratégico”, explican.

Marcela dice que el orden y la estructura no solo han sido claves para el crecimiento de la empresa, sino también para una mejor calidad de vida: “No queríamos repetir el modelo de nuestros padres, que trabajaron toda su vida con mucho sacrificio, sin vacaciones. Queremos seguir liderando, pero desde otro lugar (que es el directorio)”.

La profesionalización no se improvisa, requiere estudio, diálogo, asesoría y convicción
Marcela Hermosilla Kaschel Directora Ejecutiva

Uno de los grandes hitos fue separar la propiedad de la administración. El patrimonio ya está distribuido entre sus hijos (6 en total, 3 de cada uno), quienes hoy son formalmente parte de la propiedad de la empresa, aunque su participación futura dependerá de su propio interés y vocación. “Nuestros hijos tienen libertad de elegir su camino. Si quieren integrarse, las puertas están abiertas”, afirman. Y al mismo tiempo, se entiende que las generaciones que se vayan sumando aporten valor a la empresa.

Entonces, primero se ordenó la propiedad y, ahora, están haciendo orden en la gestión. Se está buscando dejar una administración ordenada, un proceso de profesionalización en donde se conformó un directorio, y continúa con la implementación de metodologías en la toma de decisiones, planificación estratégica, se pusieron metas, se empezaron a usar KPI. Se trata de herramientas conocidas en el mundo empresarial, pero poco frecuentes en empresas familiares que tienen un crecimiento inorgánico.

Además, destacan el valor de mantener el espíritu familiar sin comprometer el profesionalismo. Comparten oficina con su madre, participan activamente en los directorios y comités, y cuidan espacios personales donde no se habla de negocios. “Esa separación ha sido clave para preservar los vínculos afectivos y garantizar que las decisiones empresariales se tomen con objetividad”, señala Marcela. De hecho, de esta forma se nombró el actual gerente general de la empresa, eligiendo a la persona más idónea posible.

Ambos coinciden en que este proceso no habría sido posible sin formación y acompañamiento adecuado y sistemático. “La profesionalización no se improvisa, requiere estudio, diálogo, asesoría y convicción", añaden.

Desde Grant Thornton Chile, seguiremos impulsando instancias que visibilicen estas historias y acompañen a las empresas familiares en su transición hacia estructuras más modernas y resilientes.