Productividad en las empresas

Cómo transformar la incertidumbre en resiliencia organizacional

Patricio Valenzuela
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Aunque parezca que la resiliencia es de los frágiles, la verdad es que ella permite competir con más solidez, haciendo que el retorno de la inversión sea más alto en aquellas organizaciones que la desarrollan, dice Patricio Valenzuela, director en Grant Thornton Chile y académico de la FEN.

En un escenario global de volatilidad política y cambios tecnológicos acelerados, entre otros, la incertidumbre se ha convertido en un elemento permanente del mundo empresarial. Sin embargo, lejos de ser un obstáculo, este contexto puede convertirse en una oportunidad si se aborda con una estrategia clara de resiliencia organizacional para desarrollar ventajas competitivas.

Así lo plantea Patricio Valenzuela, Director de Desarrollo Corporativo en Grant Thornton Chile y académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile (FEN), quien invita a líderes y directivos a mirar más allá de la coyuntura. “Aunque parezca poco atractivo, aunque asocie que la resiliencia es de los frágiles, la verdad es que hoy es de quienes pueden competir con más solidez”. 

Según Valenzuela, las compañías que invierten para desarrollar resiliencia muestran un retorno sobre la inversión hasta 25% superior al de aquellas que no lo hacen.

El experto define la resiliencia no como un simple mecanismo de resistencia, sino como la capacidad de aprender, adaptarse y evolucionar en entornos complejos. 

No se trata de volver a la normalidad lo más rápido posible; se trata de construir una nueva normalidad, más fuerte, más flexible y más innovadora
Patricio Valenzuela Director de Desarrollo Corporativo y académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile

El experto agrega algunos ejes clave para avanzar en resiliencia, partiendo por sacarse el mito respecto a que se trata solo de ‘aguantar’. Es, en cambio, un músculo estratégico que se entrena y se mide. Y debe partir siendo un músculo que entrenen los líderes o CEO’s con sus equipos, quienes deben enfrentar la incertidumbre con estrategia y resiliencia, lo que implica leer tendencias, anticipar escenarios y preparar equipos capaces de responder con rapidez y apertura al cambio.

¿Resistir o aprender y evolucionar?

La resiliencia estratégica es pasar del control al aprendizaje, del cortoplacismo a la construcción de capacidades de largo plazo, convirtiendo la gestión en lo que denominó estrategia adaptativa.

También se trata de innovar en el modelo de negocio: las organizaciones resilientes no solo reaccionan; transforman su propuesta de valor y exploran nuevas oportunidades; y de transformarse para crecer, en donde, la planificación adaptativa, con ciclos cortos, equipos diversos y apertura al cambio, es la clave para navegar la volatilidad.

Otras recomendaciones prácticas de Patricio son el equilibrar eficiencia y resiliencia; cultivar liderazgo y empoderar en todos los niveles; e invertir en cultura para actuar con agilidad. 

En efecto, Valenzuela subraya que la resiliencia organizacional tiene dos dimensiones que deben gestionarse en paralelo: la cultural y la estratégica. La primera involucra liderazgo, compromiso y ejecución efectiva; la segunda, políticas de reducción de costos, diversificación de ingresos y reservas para actuar con rapidez ante eventos inesperados.

“En un mundo donde las crisis son más frecuentes, las mejores prácticas del pasado no bastan para garantizar el éxito futuro. La resiliencia es la capacidad de prosperar ante el cambio”, concluye e invita a incorporar estas herramientas en sus planes de desarrollo y a convertir la resiliencia en parte de su ADN corporativo.