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Servicios financieros y Transformación Digital: Hay que reducir las brechas

Servicios financieros y Transformación Digital: Hay que reducir las brechas

La Transformación Digital es un fenómeno que está en boca de todos y en muchos casos se ha traducido en acciones decididas en orden a generar cambios en las organizaciones para llevarlas a los estándares que los negocios, y los modos de vida actuales, exigen.

Sin embargo, en el sistema financiero sigue siendo común que muchas operaciones vitales y de alto valor sigan dependiendo de soluciones tales como correos electrónicos, hojas de cálculo y formularios en papel. Esto, en medio de una narrativa a nivel de industria enfocada en generar interacciones con los clientes cada vez más digitales.

Es un contrasentido ciertamente que los colaboradores de las empresas del área financiera en gran medida sigan intercambiando documentación y datos mediante herramientas de hace dos décadas, las cuales son difíciles de ejecutar de manera eficaz, y complejas de optimizar, auditar e informar. El resultado es un sentimiento de frustración tanto para los empleados de dichas firmas como para sus clientes, que cada tanto deben soportar caídas de sistemas y fugas de información debido a un backup tecnológico poco ad hoc.

Por ello, para hablar de una Transformación Digital efectiva no basta solo con modernizar sistemas: también de implementarlos en aquellas áreas donde todavía se sigue dependiendo de soluciones de otra era.

Estas son brechas en los servicios financieros que deben ser cerradas para optimizar el trabajo interno y mejorar la percepción de los clientes. De lo contrario, enfrentarán una serie de problemáticas.

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La solución está a la mano

Lo anterior es fruto de sistemas heredados, diferencias entre aplicaciones y operaciones obsoletas que obstaculizan los avances en Transformación Digital.

La respuesta debe ser agresiva, reduciendo las brechas, por ejemplo, mediante el diseño de estrategias de experiencia de clientes enfocadas efectivamente en el público objetivo: actualmente, en cambio, una mayoría de las instituciones financieras desarrollan sus objetivos en la materia centrándose en sus beneficios internos y no en el cliente.

También se debe mejorar la experiencia de los usuarios en cada punto de contacto, vinculando la información de las operaciones de back-end y colaborando de manera coherente con los sistemas orientados al cliente.

Otra decisión tiene que encaminarse a generar un trabajo centralizado y estandarizado, visualizando los datos e información de los clientes en tiempo real, a través de una plataforma única que facilite la ejecución de tareas a un nivel superior.

Y se puede generar una gestión de cumplimiento automatizada. De hecho, documentar y automatizar los flujos de trabajo es la mejor manera de garantizar que se cumplan los requisitos específicos y que las operaciones sean lo suficientemente ágiles como para permitir una rápida reacción y evolución cuando se produzcan cambios regulatorios.

Como se puede apreciar, los hechos, expresados además en estadísticas, demuestran que existe la necesidad de que la industria financiera cierren las brechas existentes en sus sistemas. Para lograr ese objetivo solo hay que adoptar una decisión: invertir en plataformas de automatización que introduzcan las soluciones de conectividad que mejoren significativamente el trabajo de los colaboradores, por un lado, y elevan la percepción de calidad de servicio entre los clientes, por otra parte.